A estas alturas es
imposible que no hayas oído hablar del Bicienjambre. De hecho, si no has venido a uno es o porque
te has esforzado en evitarnos, o porque
vives en una galaxia muy, muy lejana.
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Yo no voy porque se me engancha la cadena en la pelambrera |
Bicienjambre no tiene derechos de autor, ni propietarios, ni limitaciones físicas o temporales: te lo puedes montar tú en tu barrio mañana mismo. De hecho, queremos que te subas a la bici, metas una cámara de fotos en la mochila, llames a cuatro colegas como tú y salgas a la calle porque, querido biciloco,
¡tú puedes organizar un Bicienjambre!
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Más fácil que el aeropuerto que montamos con masilla la semana pasada |
El
objetivo primordial estriba en que las bicis reclamen su
espacio natural en la
calzada. Fíjate en la negrita, porque «natural» y« calzada» resultan clave.
Es
natural porque no queremos
bloquear artificialmente el tráfico, sino
integrarnos y
fluir en él, como lo harías cualquier otro día, pero con la ventaja de pedalear con algunas bicis más, haciéndote aún más
visible.
Y destaca la
calzada porque en ella
--legal y moralmente-- han de circular todos los vehículos. Los automóviles, los peatones y ciclistas han de verte
sobre el asfalto. No montes un Bicienjambre por un parque o por la acera para atropellar a las pobres abuelitas de tu barrio, ¡ellas no lo harían!
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Podría ser tu abuela, ¡bájate de la acera, hombre! |
Aunque
no hay unas
reglas fijas ni un departamento de calidad que tenga que
aprobar lo que haces, todas las convocatorias han tenido unos puntos comunes. Por tanto,
para organizar un Bicienjambre necesitas:
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Una temática, de cualquier tipo (social, lúdica o cultural) que motive a los participantes a asistir. Puede coincidir con una celebración local, un personaje, un juego, un evento ciclista o una disciplina que te guste. El tema será la suma de:
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Unos objetivos. Alrededor de diez puntos que habrá que encontrar, crear, recoger, fotografiar, representar, pintar... o lo que se te ocurra. A veces hace falta dar una chispa especial para que se circule por la ciudad. Si repartes los objetivos por áreas, los grupos de bicis se desplazarán, haciéndose visibles a conductores y peatones y divirtiéndose en el proceso.
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Ay, Paco, mejor para y le pregunto a ese señor... |
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Un punto de llegada. En él, los participantes podrán charlar de la experiencia, sobre la bici, la ciudad/el barrio/pueblo y compartir las fotos. Idealmente, el local debería permitir entrar con bicicletas.
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Difusión en forma de carteles y octavillas y de presencia online. Hay muchas biciabejas interesadas en circular y divertirse: lleva octavillas siempre en el bolsillo para dársela a un ciclista con el que te cruces; cuelga carteles en el centro social de tu barrio, el supermercado o en la tienda de bicis de la esquina; haz uso de
Twitter,
Facebook o cualquier otro medio para difundir la actividad. Realmente cualquier plataforma es buena para darte a conocer.
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No te pares. Funda una pequeña masa crítica creativa y organizáos. Rodéate de personas creativas, positivas y de mente abierta que tengan buenas y locas ideas para que una convocatoria dé paso a otra. Trabaja en equipo con ellos y el proceso será sencillo. Aprende de los errores y cada vez disfrutarás más de la actividad.
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Hazlo tuyo. Hazlo a tu gusto; si no te gusta este Bicienjambre,
crea otro. Si te mudas de ciudad, llévate las ideas y funda una nueva colmena. Si las fechas que tenemos chocan con tu agenda, empieza tu colmena allí donde y cuando mejor te venga. Nadie va a decirte nada, sino al contrario,
¡cuenta con nuestro apoyo!
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Foto de gatitos para aumentar la audiencia |
Estas son solo algunas de las ideas que podemos darte para volverte toda una cicloabeja. Tenemos más y mejores, pero ahora estamos deseando escuchar las tuyas.
¿Te animas?